Ron Blue standing outside on DTS campus

 

“No podemos ni convencer ni condenar a nadie. Lo único que hacemos es hablar sobre las buenas nuevas y luego damos un paso atrás y observamos a Dios obrar. Usted pregunta, ‘¿Qué pasaría si hago todo esto, hablo con esta gente y le doy de todo, y nadie responde?’ Relájese, relájese. Esa es la obra de Dios”.

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Compartir el evangelio y observar a Dios obrar en las vidas de otros ha sido una búsqueda de toda la vida para J. Ronald Blue.

Por ejemplo, cuando Ron sirvió como teniente en la Marina de los Estados Unidos en los años finales de la década de los 50, su capitán permitió que él y otro oficial cristiano dirigieran reuniones en el barco. “Un día nos llamaron a ver al capitán. Estábamos preocupados. Pero el capitán nos dijo, [Ron imita una voz brusca y bulliciosa] ‘Me he dado cuenta de lo que está sucediendo en mi barco. ¡Y me gusta! Quiero que dirijan a todos en el barco en oración por el altavoz cada mañana. Y también que terminen el día de esa manera’”.

Ron se ríe en voz alta al recordar esa conversación.  “¿Puedes imaginar? Dirigimos a todos en ese barco en oración cada mañana y al final de cada día”.

Después de servir en la Marina, Ron vivió en Columbus, Ohio y trabajóhaciendo lentes de contacto. “Cuando salí de la Marina, fui a la universidad, Ohio State University, para entrenarme en la adaptación de lentes de contacto. Cuando terminémi estudio, me ofrecieron una posición en la Clínica de Oftalmología Starling Love de OSU, por lo que continué ahí ajustando lentes de contacto y ojos artificiales por aproximadamente dos años. Había considerado estudiar en el seminario antes de salir del servicio activo de la Marina, pero Dios me protegió de [estudiar en] algún seminario liberal”.

Sucedieron dos cosas en la iglesia donde él regularmente asistía: se enteró de DTS y también conoció a su futura esposa, Libby. “Me mantuve activo en la Iglesia Bíblica Calvary . . . y me familiaricé con [DTS]. Phil Whisenhunt (ThM, 1956) era el pastor asociado. Dios no sólo me dirigió al seminario correcto, sino fue [ahí] que conocí a Libby”.

De hecho, cantaban juntos en el coro. “Libby y yo nos conocimos formalmente en el coro de la Iglesia Bíblica Calvary. Estábamos saliendo juntos cuando renuncié a mi puesto en la clínica de oftalmología. De hecho, Libby me animó a asistir a DTS”. Ron pasó el primer año en DTS solo, estudiando y pensando en Libby. El siguiente año, cuando ella visitó DTS durante una pausa en su enseñanza, Ron le propuso matrimonio. “Nos casamos en Columbus, Ohio el 7 de septiembre de 1962 y tuvimos un ‘viaje de luna de miel romántico’ a Dallas para mi segundo año de estudio. Llevé a mi nueva esposa al otro lado de una vivienda de DTS bastante inferior llamada Gaylord Apartments en la calle de Live Oak”.

Tres años después, en un banquete de misiones en DTS, Ron comenzó a conversar con un extraño que estaba sentado al lado de él.

“¿Qué planeas hacer después de la graduación?” preguntó el hombre.

“Me gustaría ser un pastor o un director de educación cristiana”.

“¿Alguna vez has pensado hacer eso en el extranjero?”

“No”, sonrió Ron.

“¿Quieres decir que nunca has considerado las misiones?” insistió el hombre.

“No, señor.”

Poco después de esa conversación, Ron descubrió que Libby, desde una edad muy joven, había orado para servir como misionera. Parecía que el Señor primero estuvo preparando el corazón de Libby.

¿Qué?—What?

Ron no sabía español cuando él y Libby comenzaron a orar para ir al campo misionero después de esa conversación tan significante en el banquete. Libby, sin embargo, hablaba español (y francés) con fluidez. “Ella no tradujo nada para mí”, dijo Ron, riéndose. “Ella les decía a las personas ‘déjenlo y que él lo logre’”.

Después de su graduación de DTS en 1965, Ron y Libby viajaron a la escuela de idiomas en Costa Rica. Juntos, organizaron caravanas de jóvenes, conduciendo por todo el país y la región inaugurando programas de educación cristiana desde México hasta Panamá.

Pronto surgió un patrón. Después de sólo seis años en el campo, durante los cuales adoptaron una niña de los Estados Unidos, le pidieron a Ron—para ese tiempo ya hablaba español con fluidez—que plantara una iglesia en España con un equipo de misioneros expertos con la Misión Central Americana (CAM Internacional, por sus siglas en inglés, ahora Camino Global). “Plantamos esa iglesia por necesidad—porque no había nada ahí”, recuerda Ron, refiriéndose a la escasez de evangélicos en el país del viejo mundo.

En España, Ron aprendió la importancia de formular preguntas correctas. Después de una reunión evangelística donde distribuyeron tarjetas de respuesta, él y su equipo le dieron seguimiento en persona. “Eso significóque pude hablar con esos chicos”, explica Ron. “Les pregunté, ‘¿Quétal si nos reunimos y nos ponemos de acuerdo para hablar más sobre estas cosas? ¿Cuándo será un buen momento y lugar?’ Sólo estaba tratando de descubrir la logística, pero tropecé con algo sabio sin tener la intención: les di a los hombres la oportunidad de ser parte del proceso de hacer la decisiones”.

Los hombres querían estudiar la Biblia y eligieron un tiempo para reunirse. Ron los dirigió y los ayudó a encontrar los pasajes de la escritura en sus nuevas Biblias. Antes de enseñar, él recuerda haberles preguntado, “¿Me permiten orar antes de comenzar?” Emocionado, Ron recuerda las palabras de esos hombres después del estudio inicial. “Me dijeron que el hecho de haberles preguntado, significóalgo importante para ellos. Luego, ellos me dijeron, ‘¿Sabías que nunca habíamos escuchado a alguien orar?’” Quebrantado y moviendo su cabeza, Ron agrega, “¿Puedes creer eso? ¡Nunca! Ellos sólo habían aprendido rezos u oraciones leídas. Lo que hicimos en ese momento los impactó—solo hablando con Dios”.

Una Propuesta Para Dirigir

Los años que Ron estuvo en el campo misionero le produjeron experiencias de primera mano y sabiduría para los misioneros que enseñaría en el futuro. Durante esos tres años, él había rechazado varias ofertas para enseñar como profesor de DTS, pero en 1974, mientras estaba en una conferencia en Lausana, se encontró con el Dr. John Walvoord (entonces presidente de DTS) y con George W. Peters (el director del Departamento de Misiones en ese tiempo), quienes reiteraron esa invitación. “Dr. Walvoord era un hombre muy inteligente”, se ríe Ron. “Él me dijo: ‘Sólo déjame saber cuándo vendrás’. Cuando me preguntaron nuevamente, me di cuenta de que era tiempo de permitir que los nativos de ese lugar se hicieran cargo de la iglesia”.

Dos lecciones resultaron a partir del término del trabajo de Ron en España. El trabajo misionero más eficaz, insiste Ron, es aquel que involucra a los nativos lo más pronto posible, en lugar de mantener a los misioneros extranjeros en posiciones de liderazgo. Y segundo, un misionero eficiente sabe cuándo es tiempo de irse, “La iglesia necesitaba que yo me fuera”, afirma Ron. “Yo supe que Dios estaba usando la invitación para dirigirme en esa dirección. Esa es una de las partes más difíciles de la plantación de iglesias: nos aferramos por mucho tiempo”.

Ron trasladó a su familia, ahora con tres hijos, Elisa, Laurie y David a los Estados Unidos para iniciar su carrera en DTS. Laurie describe a su padre como un papá expresivo, creativo y divertido a quien le encanta cantar. De hecho, durante sus días de estudiante en DTS, él cantó con un cuarteto.

“A menudo decimos que él se parece al Gruñón de Dr. Seuss,” Laurie se ríe. “Siempre era muy bobo con nosotros e inventaba juegos divertidos. Él siempre ha sido muy creativo y artístico. Esta creatividad ha sido invaluable en el ministerio. Por ejemplo, cada año, mis padres creaban tarjetas navideñas ilustradas con rimas”.

Recordando los días en que sus hijos eran más pequeños, mientras enseñaba y presidía el Departamento de Misiones Mundiales en DTS, Ron expresó unarrepentimiento: “Viajé por todo el mundo, hablando y enseñando. Cuando recuerdo como estaba todo en ese tiempo, pienso que lo hubiera hecho de manera diferente. Me iba de viaje demasiado, y era difícil para la familia”.

Cuando no estaba viajando, Ron enseñaba junto con el hermano Walt Baker. “Éramos el departamento”, bromeó Ron. “Dr. Walvoord nos llamaba los gemelos Bobbsey”. Y después de que el Dr. Peters se retiró, Ron asumió la posición de director del departamento y continuó enseñando, sirviendo a los estudiantes y al seminario durante la década de los ochenta.

En 1992, otra pregunta redirigió el ministerio de Ron. “Me preguntaron”, explica Ron, “puedes regresar a CAM Internacional como presidente”? Para entonces, el estava en los finales años de sus cincuenta—Ron había aprendido a escuchar cuando Dios lo invitaba a servir en áreas estratégicas. CAM (ahora Camino Global) había continuado ministrando en Centroamérica; y la experiencia y el fervor evangelístico de Ron lo hizo un candidato natural para dirigirlos.

La gente que trabajaba con Ron durante esos ocho años recuerda su personalidad sociable, llena de energía, siempre sonriendo. Su hija Laurie, coincide. “Él rara vez deja de hablar. Una vez él terminó una oración con, ‘y eso es todo lo que tengo que decir’. Entonces, mi esposo me dijo calladamente, ‘te apuesto que no es todo lo que tiene que decir…’ Todos se rieron”.

El Siguiente Desafío

No importa dónde haya servido, Ron mantuvo una pasión por el evangelismo. Sus hijos recuerdan cómo compartía el evangelio, a menudo, más de una vez al día. Laurie explica, “Me encanta su don espiritual de evangelismo, y que lo usa gozosamente todo el tiempo para servir y honrar al Señor. Cuando éramos pequeños, él compartía con nuestros meseros o con cualquiera que nos encontrábamos. Hoy continúa haciendo lo mismo, y siempre me está platicando de un nuevo converso”.

Durante los últimos años de los 90s, cuando Ron se estaba preparando para su retiro de la presidencia de CAM, por límite de edad, recibió una llamada telefónica de John Reed, el entonces director del programa del Doctorado de Ministerio (DMin) de DTS. John le dijo, “He estado pensando en un doctorado en español”.

“¡Esa es una gran noticia!” respondió Ron.

“A la mejor podríamos tener una extensión en algún lugar en Latinoamérica”.

“Esa es todavía una mejor noticia”, respondió Ron.

“¿Por qué no vienes y nos ayudas? Pero tú sabes que no tenemos nada de presupuesto para esto”.

Ron se rió y aceptó.

Desde el año 2000, el programa DMin en Español ha ofrecido los cursos y el trabajo exactamente como el programa en inglés, pero completamente en español y contextualizado para el ministerio hispano. Los estudiantes deben hablar español, estar involucrados en un ministerio para hispanos y tomar clases en Guatemala, en el Seminario Teológico Centroamericano (SETECA), al que Ron apodó “DTS Sur”.

En SETECA, los graduados de DTS enseñan juntos con los profesores visitantes de DTS. La responsabilidad principal de Ron incluía reclutar profesores para cada clase, administrar a los estudiantes y las clases, y promocionar verbalmente—utilizando sus conexiones de toda la vida con el ministerio en Centroamérica.

Dr. Michael Ortiz, el actual director de DTS en Español, elogió la contribución de Ron. “Ron Blue ha sido un importante catalizador en permitirnos poner este programa en marcha. Si no fuera por él, no tendríamos un DMin en Español. El hizo casi todo para que esto sucediera”. El programa DMin en Español ahora funciona dentro de DTS en Español, que también incluye a los estudiantes de maestría. “Empezamos con un doctorado y trabajamos en sentido contrario hacia un programa de maestría”, dijo Ron con orgullo.

¿Ahora Qué?—Now What?

En mayo, Ron se retiró de DTS. A pesar de los recientes desafíos de salud, su dulce y fresca sonrisa y sus ojos brillantes han continuado aconsejando y apoyando a los estudiantes del DMin en Español. Sabiendo que la ocupación de su cargo ha llegado al final, Ron persevera junto con varios estudiantes que se van a graduar como doctores para animarlos a que terminen las asignaturas bien. Él está orgulloso de los cincuenta graduados que el programa ha enviado para servir al mundo hispano.

Laurie agrega, “Mi padre ha pasado su vida entera de adulto sirviendo al Señor a través de las misiones y el evangelismo con gran gozo y sin temor al hombre”.

Dr. Ortiz recuerda un evento hace dos años en SETECA, cuando un grupo de estudiantes y sus profesores—probablemente treinta a cuarenta personas—se reunieron. “Un estudiante comenzó a tocar una alabanza en el piano, y otros comenzaron a cantar en español. Observé a Ron sentado en la silla con una expresión en su rostro, los ojos casi cerrados, una gran sonrisa, adorando al Señor. ¡Quéejemplo de alguien que está aguardando para terminar bien en el ministerio! Él sólo estaba disfrutando de un momento que capturó mucho de su trabajo en formar este ministerio. Vi a un hombre disfrutando los frutos de toda su labor”.

Las preguntas cambiaron la trayectoria de la vida de Ron y lo dirigió a una vida y a un ministerio que alcanzaría a todo el mundo por más de medio siglo. En ese banquete de misiones hace muchos años, ¿cómo podría Ron saber que él serviría al mundo de habla hispana a través de la enseñanza y el pastoreo en el extranjero (1966–1975), que también enseñaría y sería el director en el Departamento de Misiones Mundiales de DTS (1975–1992), que dirigiría CAM Internacional (1992–2000), y después deampliar su influencia (tras su retiro de CAM) regresaría a DTS en el2000 para inaugurar y coordinar el nuevo programa DMin en Español?

Una cosa es cierta, Ron entendió que él tenía que responder. Tenía una pasión para obedecer—compartir las buenas nuevas entre la gente—donde fuera que Dios lo guiara. Entonces, ¿qué sucederá ahora? Él retrocederá, se relajará y observará. Después de todo, J. Ronald Blue ha pasado toda una vida observando la obra de Dios.

“Doy gracias al Señor que Él en su gracia nos da una linterna en lugar de un mapa de vida. Paso a paso andamos por su camino. La pequeña alabanza es correcta, “Mi Señor guía a través del desierto. Todo lo que tengo que hacer es seguirle”.

 

Spanish translation of The Transforming Power of Questions: Profile of Dr. Ron Blue by Kelley M. Mathews

About the Contributors

Kelley M. Mathews

Kelley Mathews(Th.M., Dallas Theological Seminary) is an author, editor, and writer for RightNow Media. Currently pursuing her Doctor of Ministry at Houston Theological Seminary, she lives with her husband, John, and their children in North Texas.